Los entierros (Leyenda de los antiguos de Tacna)

La hacienda es una casa grande que fue habitada por la abuela Amelia y sus 11 hijos, esta hacienda ubicada en Pachía, ha sido testigo de mil y un historias, como esta... 

Un día, salieron Lucas, Jorge, y Aurelia, 3 de los 11 hermanos a la cocina, no hubiera causado ninguna sorpresa si no es porque Jorge, durante la noche, veía que aquel lugar se iluminaba(no, no estaba loco, esperen a enterarse de lo demás), el hermano de mi mamá, veía también en ese mismo lugar un venado que saltaba, de un lado hacia otro, algo así como un holograma... y por si fuera poco, en el techo de la cocina, se le aparecía un monje (que miedo!).

Los antiguos contaban que eso era porque había un entierro allí, antiguamente las personas escondían todo lo que tenían de valor, llámese jarritos de plata, joyas, etc, en la tierra, a eso se le conocía como entierro, para que otras personas no les robaran lo que tenían, eran tiempos de Chile, y temían que los soldados pudieran saquear lo que tenían. Ellos decidieron cavar, unos cuantos metros y se toparon con una piedra grande y alrededor de ella pequeñas piedritas. Fue allí cuando llamaron a un señor que lee la suerte, tiró las hojas de coca y dijo que ese entierro debía abrirlo solo Jorge, pero... que cuando lo abra, iba a morir. 

Los hermanos se asustaron, decidieron no abrirlo, Lucas, incrédulo, afirmó que ello era una burla y puras estupideces. Pasó el tiempo y en la casa de Lucas encontraron jarritos de plata con moho en las nervaduras y platería, para esto, el ya había fallecido. Jorge quedó enfermo pero también falleció. Ambos habían abierto el entierro, y enfermado luego de ello. Nunca más se volvió a observar aquella luz en la cocina, ni al monje vestido con túnica oscura en el techo. Así que si ves iluminarse un ambiente, o imagenes como hologramas, ni se te ocurra escavar... porque ya sabes que te puede pasar.

Machu Picchu es una maravilla :)